martes, 28 de febrero de 2012

Laura me estas fallando

Dicen que en la vida hay cosas difíciles de hacer, y la que he vivido estos días es una de ellas...
Podemos decir muchas cosas, todas ellas dichas por mi la primera, que si era mayor, que no ha sufrido... pero eso quita un poquito el dolor o sólo lo camufla??
Ver a tanta gente que quieres llorar y sufrir marca, te enseña un poquito mas de ellos, de como sienten y de la fuerza que tienen, porque quedo claro con una canción, que valiente es el que llora a cara descubierta...
Pero, y si de ese momento en el que se coloca una lapida sacamos algo bueno??
Podemos empezar por esos abrazos, esos que no tienen tiempo, que duran lo que tienen que durar y que para nuestro bien se repiten de constante.
Por ver a tanta gente junta, saber que mires a donde mires siempre encuentras una mirada que te busca.
Por ese momento de después, ese que nos hace únicos, especiales, nosotros. Llegar a casa y cenar, y chillar, y reír, y saber que estamos todos allí. 
Y al día siguiente más, más de esa dosis de vitamina que es imprescindible en nuestra vida, esos besos mañaneros, esos paseos por el campo, esos deberes compartidos, y más gente.
Subir otra vez donde ayer te dejamos, y morir de la risa tras un susto por parte de uno de ellos, y repartir flores y visitar tumbas de no sabemos quien. Y volver a casa, y parar a hacer fotos, y tirarse en un sofá con gente encima y a los lados, y seguir haciendo fotos, y ser cada vez más. Y cenar por turnos siendo 12 y otros tantos que venían detrás. Y tirarse en el suelo a escuchar confesiones mientras por tu cabeza vuelan cojines y gritos. Y hacer una queimada para recordar, para reír, para sentir... y cuando llega la hora de dormir y sabes cual es tu posición se va el sueño y empiezan las partidas de pistolas o raquetas. Y llegan las primeras despedidas... y te vas a la cama y le das un beso, como si así los fueras a cuidar más.
Y al día siguiente más de lo mismo, campo y mas campo, y risas, y partidas de ajedrez, y ratitos de pelis, y abrazos de esos que llenan, y sabes que ya no queda nada. y te vas de paseo y compartes risas y tortazos. Y apuras botes de nocilla, y visitas cabañas hechas con ilusión... y se acaba y la despedida va cargada de buen viaje y de cuando vuelves?? Y por supuesto de sube las fotos, que haría sin esas dos petardas.


Y me llevo un bonito recuerdo de esa despedida porque fue quizás como el quería, con todos allí, comiendo y bebiendo, casi una fiesta, aunque doliese el recuerdo.




Y si, hoy hay dosis de sobreempacho familiar, lo siento.

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