jueves, 22 de marzo de 2012

Días de sofá y manta...

El día ha empezado casi blanco, restos de nieve que nos regalaba el tiempo en Madrid. Y sin querer formulas un deseo y se cumple, y hoy, decides parar el tiempo y que no exista mundo mas allá de tu casa.

Empiezas a ver series, leer restos que te quedan, y por cierto motivo el día se te vuelve tonto. Y en cada imagen que ves, revives una historia y un motivo, y cada mala noticia te duele como aquella vez que la escuchaste, y esa imagen de un puñado de arena hace que el corazón duela, y esas palabras te recuerdan a esa mano que te sostuvo en pie, y esas lágrimas se vuelven tuyas y te acompañan durante toda la tarde.

Y entonces llega alguien que hace que vuelvas a llorar, que para seguir, primero tengas que parar a limpiarte con las mangas del pijama porque de tanta lágrima tus ojos ya no ven, y vas sonriendo mientras ellas siguen cayendo, y te ves y te encuentras, y te ríes de ti.

Y sabes que hay días que merecen la pena aunque estén bañados por un mar de lagrimas, porque a veces es necesario ponerse mala para cuidarse y quererse un poquito. 

"Buscarme y encontrarme"

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